Tanto si ya te duchas con agua fría como si eres una persona que aún no se ha convencido, te invito a leer los beneficios que listaré a continuación y te animes a comenzar a hacerlo o a seguir con tan saludable práctica.
- Te puede ayudar a disminuir inflamaciones después de entrenamientos físicos.
- Aumenta el rendimiento al hacer deportes.
- Reduce la picazón en el cuerpo.
- Estimula la circulación, mejorando no solo este sistema, sino logrando que tus músculos y órganos vitales se vean beneficiados al recibir más fácilmente la sangre necesaria para su funcionamiento.
- Mejora el aspecto de tu piel.
- Fortalece tu sistema inmunitario.
- Ayuda a cicatrizar heridas.
- Brinda una agradable sensación de relajación después del baño.
- Mejora la respiración.
- Aumenta tus niveles de energía.
- Libera componentes químicos en tu cerebro que, aunque no lo creas, te van a poner de muy buen humor, además de ayudarte a disminuir el estrés y a aliviar la depresión y ansiedad.
- Mejora el sistema nervioso.
- Reduce el dolor.
- Desintoxica tu cuerpo.
- Mejora el autocontrol.
- Acelera el metabolismo.
- Activa los sentidos.
- Mejora la calidad del sueño.
- Se usan para reducir dolores crónicos.
- Mejoran la función renal.
- Tu pelo se verá más brillante.
- Incrementa el nivel de testosterona en el cuerpo y por lo tanto la producción de esperma, así que mejora la fertilidad.
- Mejora el sistema linfático.
- Alarga la vida de las células.
- Da sensación de placer.
Por supuesto, no todos somos aptos para tomar este tipo de duchas, las mujeres embarazadas o menstruando deben evitarlas, así como las personas que se encuentren resfriadas, débiles o tienen problemas cardíacos.
Aunque hay algunos beneficios que se verán inmediatamente se tome la primera ducha fría, otros se verán después de unas semanas de hacerlo a diario, así que anímate a empezar cuanto antes y disfruta de los beneficios tanto de salud como estéticos que te brinda esta práctica.
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